Santiago 3 - Reina-Valera 1960
Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
Introducción
En este espacio que es internet, vale la pena recordar algo: somos personas.
Una IA cumple lo que le pedís sin importar cómo le hables. Fue creada para eso.
Pero con un ser humano no pasa lo mismo: si lo tratás mal, podés herirlo.
No es una máquina: tiene sentimientos, se enferma, se deprime… o también se alegra.
La advertencia bíblica
La Palabra nos enseña:
Santiago 3:6,9 - Reina-Valera 1960
La lengua es un fuego… con ella bendecimos a Dios y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
Lo que escribimos o decimos tiene peso delante de Dios, aunque algunos lo tomen más o menos en serio.
🌍 No existe un “mundo de internet” y un “mundo real”: solo existen personas, comunicándonos por distintos medios.
Ejemplo real
👀 Como moderadora de varios canales y grupos en redes, he visto con tristeza cómo la falta de cuidado en las palabras causa mucho daño.
Algunos ejemplos:
- Profesores insultados por reclamar un salario justo, tildados de “zurdos”.
- Personas atacadas por su etnia (esto se ve un montón, es gravísimo).
- Mujeres a las cuales se le niega el diálogo solo por ser mujeres, como si eso las hiciera menos.
- Separar en derecha o izquierda por hablar de temas como el preocuparse por los extranjeros, los jubilados, los pobres, la gente que no llega a fin de mes.
- Generalizar en grupos y no darse cuenta de que el que escribe es una persona, no un grupo. Tiene identidad propia.
Estas actitudes reflejan lo que advierte Santiago: la lengua puede convertirse en un fuego que destruye.
Y aunque las palabras se digan detrás de una pantalla, siguen hiriendo, dividiendo y menospreciando a quienes fueron creados a la imagen de Dios.
Incluso yo me he visto tentada a salir a desmentir semejantes cosas. Es difícil detener el impetu cuando inventan cosas de amigos o seres queridos. Incluso yo en el pasado he enfrentado o denunciado ese tipo de cosas, sobretodo cuando se ríen o te insultan, que ahí nuestro instinto natural es defendernos.
La forma de dirigirnos acorde a la Biblia
Dios nos dice que estas deben ser nuestras palabras:
Efesios 4:29 - Reina-Valera 1960
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Esto nos dice respecto a la nacionalidad, etnia, género:
Gálatas 3:28 - Reina-Valera 1960
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
El Señor nos llama a usar nuestras palabras para edificar, dar gracia y reflejar su amor sin distinción.
La próxima vez que estés a punto de comentar algo, pensalo dos veces:
¿Lo dirías en persona? ¿Edifica lo que vas a escribir?
El anonimato puede dar la ilusión de un “superpoder”, pero no justifica hacer lo incorrecto.
Recordá que el Juez nos juzgará conforme a lo que digamos, en las redes o en persona.
❓ Preguntas para reflexionar
- ¿Estoy tratando a las personas en internet como trato a una IA? —A veces hasta saludo cordialmente a ChatGPT… ¿y a las personas? Es hasta irónico—.
- ¿Soy consciente de que delante del Señor voy a dar cuenta de cada palabra que digo o escribo?
- ¿Reconozco la importancia de las personas con las que me comunico en internet, o las considero menos importantes por estar detrás de una pantalla?
Una canción que compuse que habla un poco de este tema de como tratamos a la gente y de las divisiones en la Iglesia
Somos Imago Dei,
bendiciones ✨