No hace demasiado tiempo que escribo artículos, pero hay algo que sí sé, y es cómo uno debe abordar la metodología de una investigación. Esto se lo inculcan a uno desde que empieza la facultad: cuando te enseñan lógica o cuando te hacen hacer demostraciones matemáticas, y uno debe utilizar distintos mecanismos, como demostrar por el absurdo o llegar a una contradicción.
Lo mismo sucede cuando se investiga algo en el campo teológico. Uno debería abordar un tema con la guía del Señor, claro, pero cuidándose de no ser sesgado. Si uno sabe que hay otras posturas válidas en un mismo campo, debe proveer respuestas para aquellos que lean el artículo. Lo mismo ocurre con la bibliografía de respaldo: no puede ser solo de una misma gama de autores, debe ser variada.
Bueno, esto que digo es menos común de lo que debería ser. Que alguien te diga que la diferencia entre su libro y otros es que “no impone posturas sobre el texto” habla mucho de cómo estamos en este campo.
Para poder saber verdaderamente qué dice la Biblia, tenemos que procurar ponernos los lentes de varios hermanos. Está bien, uno siempre tiende a pensar que está en lo correcto porque tiene fundamento, pero el otro también lo tiene. ¿Qué te hace distinto de lo que dice él?
📌 Resumiendo:
- Usar bibliografía variada de distintas posturas
- Tratar de falsear lo que yo propongo
- Proveer respuestas a otros hermanos dentro de mi texto. Esto implica no mirar solo un pedazo de versículos, sino tener una amplia gama y usar todos, no ser selectivos.